¿Cómo preparar tus envíos?
Un buen embalaje puede ser determinante a la hora de realizar un envío.
Como en la mayoría de ocasiones el embalaje corre a cargo del cliente, es esencial que conozcamos algunos pequeños consejos
que nos evitarán algún que otro susto.
Consejos
En primer lugar, tenemos que intentar que el objeto sea embalado pareciéndose lo más posible al empaquetado con el que fue comprado.
Lo deseable es que el producto que vamos a enviar lo haga en una caja de cartón rígido en buenas condiciones y de un tamaño adecuado.
Es imprescindible que el productos este colocado perfectamente con el fin de actuar como material amortiguador.
Si en la misma caja, vamos a meter varios objetos, es importante que cada uno de ellos vaya envuelto por separado.
Con papel de burbuja o poliespán, deberemos rellenar los huecos que quedan en la caja para evitar que los productos sufran
daños, debido a los choques entre ellos en cualquier movimiento (más todavía en el caso de que sean materiales frágiles).
Un truco muy sencillo para asegurarnos que nuestros artículos viajan en buenas condiciones es mover nuestra caja antes de ser
precintada, si nuestros objetos se mueven en el interior, no están seguros y tendremos que añadir más material de relleno.
Para evitar confusiones a la empresa de mensajería, deberemos quitar todas las etiquetas o posibles marcas de anteriores envíos
que haya en la caja en el caso de que no fuese nueva.
Por muy elemental que suene esta recomendación,no sería la primer vez que un mensajero se encuentra con diferentes
destinatarios en una misma caja.
Una vez colocados los objetos, debemos asegurarnos de que la caja está bien precintada por todos los lados, así evitaremos que
la caja pueda abrirse durante su envío.
El etiquetado es una de las fases más significativas de todo el proceso de embalaje.
De nada sirve que empaquetemos nuestras cosas con sumo cuidado si nuestra etiqueta no resulta lo suficientemente clara para cualquier persona.
Nunca sabemos quién va a recoger nuestra caja, por lo que los datos, tanto del remitente como del destinatario deben ser entendibles para todo el mundo.
Datos para realizar el envío
Los datos imprescindibles que deben aparecer, tanto del remitente como del destinatario son:
- dirección completa,
- nombre y apellidos,
- código postal, población, y teléfono de contacto.
Todo lo que sea facilitar la tarea al mensajero aumentara las posibilidades de un envío sin contratiempos, por lo que cuanta más
información añadamos mejor.
Antes de enviarla, asegúrate que todos los datos del remitente sean los correctos, perder unos minutos en confirmar algo tan fácil
como el código postal, te puede evitaren el futuro más de un quebradero de cabeza.
Cuando se trata de un envío de varios paquetes, todos ellos deben estar referenciados en la etiqueta para que el mensajero sepa
sin lugar a duda que el paquete en cuestión forma parte de un conjunto que comparten los mismos datos.
Asimismo, si los objetos que queremos enviar son frágiles, es importante que dicha información sea retransmitida a la empresa de
mensajería para que se ocupe de etiquetarlo.
Siguiendo estos consejos reduciremos en un alto porcentaje las posibilidades de que nuestros artículos se pierdan por el camino o
sufran algún tipo de desperfectos.